
Un titular que parece ciencia ficción, pero no lo es
¡100.000 robots humanoides! Solo leerlo evoca escenas de películas futuristas. Sin embargo, este llamativo titular se refiere a un proyecto real, gestado en Estados Unidos, con ambiciones globales. La empresa emergente Figure AI ha anunciado planes concretos para producir esa cantidad de robots humanoides. Lo hará en un periodo estimado de cuatro años. A pesar del lenguaje sensacionalista, no se trata de soldados mecánicos, sino de asistentes robóticos destinados a transformar la industria, la logística y el hogar.
Este artículo analiza la veracidad de la noticia, sus implicaciones tecnológicas, geopolíticas y éticas, y por qué esta historia, aunque parezca ciencia ficción, es parte de una realidad cada vez más tangible. Para más contexto sobre este tipo de avances, consulta este análisis detallado de IEEE Spectrum sobre robots humanoides.
El origen del titular y sus fuentes
La frase «primer país que pide permiso para crear un ejército de 100.000 robots humanoides para hacer frente a China» se popularizó en febrero de 2025 tras ser publicada por el Diario AS, y posteriormente amplificada por medios como Gizmodo, El Universal, El Tiempo y portales internacionales como Yahoo News e Interesting Engineering. Todos ellos coinciden: la iniciativa proviene de EE. UU., y más específicamente, de Figure AI, una startup californiana especializada en robótica avanzada.
Figure AI: la empresa detrás del megaproyecto
Brett Adcock fundó Figure AI, una de las startups más ambiciosas del sector. Con sede en California, la empresa firmó en 2025 un acuerdo con un socio industrial no revelado (aunque se sospecha que es una gran compañía estadounidense). Este convenio allana el camino para fabricar 100.000 robots humanoides en cuatro años.
Previamente, Figure AI ya colaboraba con BMW en entornos de manufactura. Esta nueva alianza representa un salto de escala que podría redefinir la industria robótica mundial.
¿Un «ejército» de robots humanoides para la guerra? No exactamente
Aunque el término «ejército» sugiere uso militar, el plan de Figure AI es civil. Sus robots humanoides están diseñados para tareas industriales, logísticas y domésticas:
En la industria y la logística
Inicialmente, los robots humanoides trabajarán en almacenes, centros de distribución y plantas de ensamblaje. Realizarán tareas repetitivas, peligrosas o demandantes, como manipular materiales o gestionar inventarios.
En hogares y cuidados personales
A mediano plazo, se espera que estos robots humanoides lleguen a hogares. Apoyarán en mudanzas, limpieza, cuidado de ancianos o tareas sanitarias. Serán asistentes capaces de operar en entornos humanos complejos.
Avances tecnológicos clave
Figure AI ha presentado ya dos versiones de su robot humanoide (Figure 01 y Figure 02) y trabaja en una tercera generación. Las mejoras son notables: velocidad de marcha cercana a la humana, redes neuronales que permiten aprendizaje continuo, y ejecución autónoma de tareas complejas. Adcock calificó como «magia pura» la reciente implementación de una red neuronal de extremo a extremo para resolver un caso de uso comercial.
La carrera tecnológica con China
El trasfondo del titular no es una guerra literal, sino la competencia tecnológica entre EE. UU. y China. Mientras Figure AI apunta a 100.000 unidades, la empresa china Zhiyuan Robotics ya ha producido su robot 1.000 (AgiBot), con planes de expansión global. La rivalidad está centrada en quién liderará la nueva era de la robótica e inteligencia artificial.
Con inversores como Microsoft, Nvidia y OpenAI, EE. UU. busca consolidarse como potencia en robótica humanoide, frente a la creciente capacidad manufacturera china.
Riesgos éticos y posibles usos militares
Aunque Figure AI insiste en el uso civil de sus robots humanoides, el volumen de la iniciativa ha encendido alertas. Expertos y medios debaten sobre los riesgos: militarización, vigilancia masiva, accidentes, hackeos y sustitución de empleos humanos.
China, incluso, ha advertido sobre los peligros de usar robots en el ámbito militar sin regulaciones éticas claras.
¿Realidad o fake news?
La noticia es real. Figure AI anunció oficialmente su plan, confirmó alianzas y solicitó permisos ante autoridades estadounidenses. El lenguaje sensacionalista del titular puede inducir a error, pero los hechos están respaldados por fuentes confiables. El «ejército» es una metáfora para referirse a la escala del proyecto, no a una milicia robótica.
La ciencia ficción se hace realidad
En conclusión, lo que ayer parecía ciencia ficción, hoy es un plan tangible. Figure AI y sus 100.000 robots humanoides representan una apuesta sin precedentes por automatizar el trabajo físico en gran escala. El proyecto tiene respaldo financiero, bases tecnológicas y una visión clara. Sin embargo, también plantea preguntas urgentes sobre el futuro del trabajo, la ética tecnológica y la seguridad global. En la era de la inteligencia artificial, cada avance exige no solo celebración, sino también regulación responsable.
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